COMO FORTALECER LA ESCUELA PUBLICA

Recientemente en España se ha llevado a cabo la 38º Asamblea Anual de la Confederacion de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA). La sola mencion a la cantidad de años que llevan reuniéndose nos dice mucho acerca del nivel de organización y de permanencia institucional . Será por ello que la propia Ministra de Educación , Política social y Deporte de ese país - Sra. Mercedes Cabrera- ha señalado que "la participación de las familias en el proceso educativo es esencial".
No se trata, creemos, solamente de un reconocimiento aislado o de un gesto de saludo afable , por el contrario expresa una valorización justa de los padres y madres de familia en un escenario que requiere su presencia de manera creciente. El desafío Educativo con sus torrentes de cambios favorables y/o adversos precisa hoy más que nunca de una alianza íntima entre todos los estamentos educadores.
Educa formalmente el docente y educan permanentemente los Padres . Ambos pues no son extremos distantes el uno del otro, se complementan y se necesitan para lograr lo que al menos es deseable por ventura : que ambos mantengan puntos de encuentro esenciales en el objetivo de elevar el nivel de los aprendizajes enriqueciéndolos y dándoles contenidos pertinentes, curriculas de interés y de utilidad para la vida de los educandos, formación ciudadana y espíritu analitico y racional dispuesto a la crítica constructiva como a la tolerancia.
Se hace necesario pues que se allanen los muros de indiferencia o de desconfianza que se suelen levantar cuando de dar participacion efectiva a los Padres en la gestión de las Instituciones Educativas se trata. Tal y como lo dispone ahora la normatividad ésta va más allá de una labor subsidiaria del Estado, es decir supera el concepto estrecho de considerarlos mano de obra que sirve para mantener en buenas condiciones los "ambientes de aprendizaje" como se denominan ahora ya no solamente a las aulas sino también a toda la extensión de la escuela. (Nótese el incremento real de su labor en ese aspecto).
Durante años han cumplido con dedicación esa función tan importante para el desarrollo escolar, siendo también forjadores de la obtencion del galardón insuficiente que señala al Perú como uno de los países con mayor cobertura escolar a nivel latinoamericano , hecho que no podemos disfrutarlo porque este logro no va de la mano con la calidad educativa deseable . Sin embargo los Padres han apoyado con su propio esfuerzo la construcción de aulas y escuelas aún en los lugares más alejados de nuestra difícil geografia patria, allí donde el Estado no ha llegado o no ha cumplido con su papel rector y promotor del servicio educativo.
El otro enfoque de la participacion de los Padres y Madres de Familia.
Todo lo anterior no es más que un solo aspecto de las varias facetas que tiene la intervención de las familias en el proceso educativo. No todo es infraestructura, ni aporte económico para sostener en muchos casos los servicios que presta la IE (Institucion Educativa). Tal vez lo que más importa sucede en el interior de las aulas, en la interacción de docente-alumno , en la mediación inter-afectiva de ambos.
Y nuchas veces las puertas del aula están cerradas para los padres si no es para pintar las carpetas o para recibir los resultados de las evaluaciones una vez cada dos o tres meses.
De ese modo no es posible participar decisivamente en la vida institucional de la Escuela, para que ello se haga posible tenemos que entender que los padres son pilares dentro de la estructura educativa y co-educadores en la formación del niño. Considerando este importante papel tenemos que apuntar a permitir mayores espacios de ubicación dentro de la estructura organizacional tendiente a incrementar la calidad educativa a través de la opinión que tengan del servicio educativo prestado.
Lo anterior no solo es un derecho ciudadano, es sobre todo un deber cívico el estar atento a lo que pasa en nuestras Instituciones Educativas.
Allí está la única esperanza de cambio y de progreso que tiene el país entero, en sus generaciones de estudiantes que deben egresar preparados para hacerse cargo de la inmensa tarea de actuar sobre su realidad social con miras de hacerla más justa y humana.