Por Carmen Gonzales en PERÚ 21
Las mujeres de este siglo estamos "empoderadas". Le hemos dado un vuelco al orden tradicional. Antes, el varón proveía a la familia mientras la mujer cuidaba de él y de los hijos. El padre y marido era la autoridad indiscutida. Se sentaba en la cabecera y tenía derecho a la mejor presa. La Iglesia jugó un papel fundamental para este modelo. El colmo fue el invento de que las mujeres salimos de la costilla de Adán. Ja, Ja! ¡Ni siquiera a Dios se le ocurrió fabricarnos como seres independientes!
Las mujeres de este siglo estamos "empoderadas". Le hemos dado un vuelco al orden tradicional. Antes, el varón proveía a la familia mientras la mujer cuidaba de él y de los hijos. El padre y marido era la autoridad indiscutida. Se sentaba en la cabecera y tenía derecho a la mejor presa. La Iglesia jugó un papel fundamental para este modelo. El colmo fue el invento de que las mujeres salimos de la costilla de Adán. Ja, Ja! ¡Ni siquiera a Dios se le ocurrió fabricarnos como seres independientes!
Silenciosamente, fuimos penetrando en diferentes campos. Empezamos a educarnos, a emigrar a la ciudad, a trabajar codo a codo con ellos. Recuerdo mis clases de Derecho en la Católica. Año 1958 : 120 varones , 12 "niñas" sentadas siempre en primera fila. Avanzamos lento pero a paso firme. Ahora ¡Quién puede decir que no tenemos iguale derechos y obligaciones que los varones?.
Ha sido un proceso difícil por la resistencia de las estructuras siempre masculinas y la de nosotras mismas: llevamos el machismo grabado en el inconsciente desde que estábamos en el vientre materno. Felizmente que la nueva era ha llegado. No necesitamos ya que nadie sea "bueno" con nosotras. Quien quiera tenemos cerca tiene que respetarnos, valorarnos y reconocer el derecho a alcanzar todo lo que queramos como seres humanos: a pensar independientemente acerca de quiénes somos y qué significa para nosotras el éxito, a la prosperidad, al equilibrio mental y emocional, a nuestra participación como ciudadanas.
Así como no tenemos por qué agradecer que una autoridad constuya una carretera o un hospital porque esa es su obligación, tampoco tenemos que agradecer que nos reconozcan iguales derechos que ellos. No es regalo. es devolución de los que nos fue confiscado desde las cavernas.
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