lunes, 5 de abril de 2010

ADIOS AL CASTIGO : INFORME DE LA DEFENSORIA DEL PUEBLO

Este importante documento de trabajo ha sido elaborado por la Defensoria del Pueblo del Perú, en él se delimita el concepto de violencia ejercida en perjuicio de los niños a través de castigos humillantes . El informe asimismo expone el marco de intevención de la Defensoría en estos casos asi como también los medios legales e institucionales con los cuales se les debe brindar protección a estos niños y adolescentes maltratados.

Los niños y niñas viven en una sociedad “adultista”
En la antigüedad, la presencia de los niños no se registraba fácilmente en la sensibilidad de las personas. El niño era considerado como un proyecto de persona adulta en el que predominaba la parte irracional. Esta idea conducía a la necesidad de disciplinarlos de manera estricta y así
desarrollar cuerpos adultos dóciles y subordinados. Es de esa manera que se construiría el buen ciudadano, miembro dúctil del orden social.

Ciertamente, la sociedad ha mantenido esta cultura “adultista” o “adultocéntrica”, donde el niño es no sólo incapaz, sino invisible o minimizado en el espacio social. Los niños no tienen (o se les niega recurrentemente) su naturaleza de personas, sujetos con una racionalidad propia, sexualidad, y actores sociales, partícipes del proceso de construcción social. En síntesis, los niños mantienen –en la práctica- la forma de objetos de derechos en lugar de ser sujetos de derechos.

En este marco, el adulto hereda históricamente la espontánea tendencia a recurrir a formas de mano dura, de tolerancia cero, de rigor, de normas más severas para los niños.Así, el trato vía el castigo físico y humillante se nutre de representaciones sociales construidas que ven al niño como un ser sobre el que vale la domesticación a través del golpe, del castigo físico dosificado y oportuno.

La “cultura de la propiedad” sobre el niño

Otra noción equivocada es la denominada “cultura de la propiedad” que suelen tener los adultos frente a los hijos propios o confiados, sobre los cuales se dispone, en particular, sobre sus mentes y cuerpos. Un ejemplo de esta situación se produce cuando el padre autoriza al profesor de su hijo a que utilice instrumentos para disciplinarlo o corregirlo.

Esta “cultura de la propiedad” impregna actitudes que comprometen muy directamente al castigo físico y humillante siempre para el que lo recibe y sobre quien se descarga el humor negativo de quien lo perpetra, aunque sus motivaciones formales sean las de buscar su bienestar.

El menor de edad, erróneamente considerado propiedad del adulto, puede ser objeto de una sanción sin límite, precisamente por la idea de que le “pertenece”.


2 comentarios:

  1. holap tengo un hermano y tiene seis años va en primer gardo de primaria. y lo han castigado por mal comportamiento.el director le aplico la sancion de no salir al recreo por un mes.
    eso no se me hace justo. que puedo hacer. esta escuela primaria es publica en oaxaca...que puedo hacer_'?

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  2. Hola!
    Ni siquiera será efectivo, la sanción no tiene relación directa ni lógica con su comportamiento. Esa sanción lo va a llenar mas de rabia por la autoridad, que dicho de paso, esta para educar se supone.

    Habla con el director y que juntos busquen una forma de solucionar este tema del comportamiento. Si no funciona ve a la oficina encargada de la subención de ese colegio y expone el caso.

    Espero te sirva de algo

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