lunes, 12 de abril de 2010

PREVENCION DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES Y LAS NIÑAS -CEAPA.


LA CEAPA (Confederación española de padres y madres de alumnos) ha publicado este interantísimo material dirigido precisamente a difundir la peligrosa discriminación de género que se produce muchas veces en la escuela , veamos como esta inclinación se forma a veces incosncientemente a través de la educación.

EL SISTEMA DE SOCIALIZACIÓN DIFERENCIADO POR SEXO (pag 17)

Al nacer, lo primero que se pregunta a una madre que acaba de dar a luz es ¿niña o niño? A esto le llamamos sexo. Así se nace con sexo masculino o femenino, es decir, con genitales masculinos o femeninos.

Como tales -niña o niño-, socialmente se nos atribuyen creencias, actitudes, conductas,valores, espacios y tiempos diferenciados por sexo. Esto sería el género, es decir,lo que social, cultural e históricamente se asigna a las niñas y mujeres por tener vagina y a los niños y hombres por tener pene.

En función del sexo que se nos asigna al nacer -masculino o femenino- se esperará de nosotras y nosotros que desempeñemos diferentes papeles (en casa, en el trabajo, en la afectividad, en la sexualidad, etc.) y que hagamos distintas cosas en la vida. A estos "papeles" les llamamos roles , esto es, las diferentes funciones que se espera de cada persona en función del sexo con el que haya nacido.

Estos roles nos llegan en forma de mandatos, es decir, de lo que se supone que debemos hacer y cómo comportarnos para ser "un buen niño" o "una buena niña".

Además estos roles son categorizados jerárquicamente, es decir, se da más valor a lo masculino que a lo femenino. Nos encontramos así con el sexismo, que se refiere a la desigual valoración de lo que se concibe como "masculino" y "femenino".

En este sentido, se da un trato desigual a uno y otro sexo, que afecta a sus oportunidades y derechos de facto. Cuando esto sucede, decimos que hay discriminación, ya que se produce una desigualdad que tiene origen en una forma incorrecta y jerárquica de entender la diferencia sexual.

Las expectativas juegan un importante papel. Si esperamos de un niño que juegue con camiones y le corregimos cuando no lo hace, tanto en casa como en la calle, está aprendiendo lo que es correcto hacer como niño y lo que no. Así, orientándole en sus gustos y aficiones podremos influir bastante en que en un futuro sepa de mecánica y de coches. Esto no determina, de hecho conocemos chicos a los que no les interesa nada la mecánica y chicas a las que les entusiasma, pero no es lo común. Por tanto, los gustos, aficiones, aptitudes y actitudes que se van desarrollando tienen mucho más que ver con un aprendizaje a lo largo de la vida que con unas habilidades con las que se nace.

De esta manera se da la socialización. Los juguetes y la manera como estos repercuten en el futuro de cada niña y cada niño representan uno de los miles de matices que se dan cada día.
Y para que el engranaje encaje, existen unos mecanismos de socialización: la socialización es un proceso de aprendizaje que se nutre de la reproducción, del modelado, del aprendizaje vicario -esto es, la imitación- y de las expectativas. Todo ello se transmite a través de los afectos y de los vínculos que tenemos con otras personas.

Vemos lo que hacen, lo que les gusta y lo que no a las mujeres y hombres de nuestra familia, en la escuela, en los medios de comunicación. También aprendemos modelos con los juguetes, los juegos, la historia androcéntrica que tradicionalmente nos enseñan en clase, los libros de texto y la literatura, etc.

Reproducimos lo que vemos, y esto se refuerza cuando coincide con lo que esperan de nosotras o nosotros, cuando actuamos de acuerdo con lo aceptado socialmente. Algunas formas de refuerzo pueden ser la aprobación, la inclusión en el grupo o el reconocimiento.
Existen también unos mecanismos de control: si hacemos otra cosa diferente a lo esperado hay una penalización a través de la coerción, la exclusión, los reproches, los vacíos y los castigos.

Además, estamos tan acostumbradas y acostumbrados a ver y hacer lo que hemos aprendido
que nos parece algo natural. Interiorizamos unas formas de hacer y pensar. Así se produce la normalización, vemos normal que se atribuya a las niñas el cuidado, la relación, la expresión de los afectos y de la vulnerabilidad y a los niños la competitividad, ser el mejor y el primero, el uso de la fuerza con violencia para conseguir lo que quiere, la autosuficiencia.


INDICE:
1. INTRODUCCIÓN

2. PRESENTACIÓN
3. DIFERENCIAS ENTRE CHICAS Y CHICOS EN LA FAMILIA
4. COEDUCAR O EDUCAR EN IGUALDAD DE OPORTUNIDADES
5. IMAGEN DE HOMBRES Y MUJERES EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
6. TRATAMIENTO DE LA DIFERENCIA EN LOS GRUPOS
7. LOS CONFLICTOS
8. DIFERENTES FORMAS DE TRATAR LOS CONFLICTOS
9. VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES Y LAS NIÑAS
10. ¿QUÉ PODEMOS HACER PARA PREVENIR LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES Y LAS NIÑAS?
11. OTRAS ACTIVIDADES QUE PROPONEMOS
GLOSARIO: ALGUNOS CONCEPTOS CLAVE
ANEXO I: UNA HISTORIA PARA PENSAR
ANEXO II: PRÁCTICAS DE PAZ DE LAS MUJERES EN EL MUNDO
BIBLIOGRAFÍA

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