jueves, 22 de julio de 2010

A FAVOR Y EN CONTRA DE LOS DESFILES ESCOLARES

N.R. El Perú celebra este año un anivesario mas de su independencia política de España, el cual se produjo el 28 de julio del año 1821. Con esta ocasión se llevan a cabo una serie de festividades para conmemorar-como se merece- un acontecimiento fundamental para la conciencia nacional. Una de las actividades más difundidas en el ánbito escolar es el desfile que llevan a cabo en casi todas las Instituciones Educativas a lo largo del país, lo que ha convertido a esta efemérides en un verdadero torneo cuyo objetivo es "ganar" en porte, marcialidad, presentación y gallardía para destacar entre el resto como signo de patriotismo indiscutible.


No dudamos que la pujante juventud sienta de veras un innato sentimiento a través de estas prácticas, pero, al mismo tiempo estamos convencidos que, al lado de estas manifestaciones, existen otras expresiones no necesariamente de corte militar que igualmente expresan el amor a la patria unido al concepto de civismo integral.

Por eso publicamos una serie de articulos en favor y en contra de estos desfiles militarizados, para que los bloglectores tengan a la mano dos posiciones que le permitan asumir la suya. Y por supuesto para que de una manera u otra, tradicional o ínnovadora, demuestren el cariño al suelo que los vio nacer.


Desfiles Escolares Militarizados
por Leon Trathemberg
Correo, 16 Jul 2010

Ser militar es una profesión como ser médico, guía de turismo, agricultor, profesor o artista, cada uno de los cuales requiere entrenamiento y prácticas profesionales particulares que siguen ciertas técnicas y normas de conducta. Hay distinguidos peruanos en cada una de las tantas profesiones.

Sin embargo, históricamente -y debido a la continua presencia ilegal de militares en el poder por gobiernos militares- el Estado ha pretendido hacernos creer que la actividad profesional de los militares es la que mejor simboliza el amor a la patria y la disciplina de vida, con lo que han desvalorizado subliminalmente todas las otras actividades. Es decir, desde el punto de vista de los valores, el amor a la patria y la defensa de la nación, se propone que ser militar es una actividad superior a todas las otras y por ello las festividades patrióticas tienen que resaltar esa supremacía, inclusive entre los escolares. Para ello se les inculca (equivocadamente) que deben participar en desfiles escolares con el formato militar, como expresión suprema de identificación y expresión patriótica.

Eso es discriminatorio y ofensivo para quienes desde la vida civil trabajan en distintas ocupaciones con gran amor, pasión y disciplina, a fin de construir una sociedad peruana más sana, educada, justa, inclusiva y ganadora, por lo que debe ser modificado sin que implique desconsideración alguna hacia los militares adultos que hacen su vida militar como profesionales.

Por lo demás, en cuanto a la defensa nacional y la construcción de la democracia y el estado de derecho, me pregunto si la injerencia en las escuelas de ideologías totalitarias criminales como el senderismo será exitosamente enfrentada formando y marchando militarmente al son de un oficial autoritario y gritón; o si, alternativamente, se logrará más estudiando y cultivando el intelecto y los afectos con la mayor libertad y sentido cívico, de modo que se garantice que los jóvenes estén preparados para dar el combate ideológico contra las ideas subversivas y por la construcción cívica de una democracia sólida.

Hace bien el Ministerio de Educación al prohibir el uso de horas de clase para ensayar estos desfiles escolares y animar a los colegios a que escojan otras maneras de celebrar las festividades patrióticas, con actividades recreativas, artísticas, culturales, deportivas y tantas más, propias de la sociedad civil.*

Harían bien también los municipios en ingeniárselas para que esta celebración no incluya formaciones y desfiles escolares militarizados.

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