viernes, 29 de abril de 2011

VARGAS LLOSA ATERRADO POR EL LENGUAJE EN LOS CHATS

Don Mario Vargas Llosa es un rendido prisionero de su sinceridad y de su vehemencia. Con ambas defiende, en veces airadamente , sus puntos de vista. En esta oportunidad la emprende contra la pauperización del lenguaje en los medios de comunicación virtuales (chat, mensajes de texto y aún e-mails).

Compara la destrucción de la gramática (QEPD Nebrija) con un simiesco ejercicio de humanidad que la postmodernidad ha colocado como lenguaje común entre la juventud digital, se horroriza del destrozo causado por tales liberalidades y defiende los fueros de la literatura aunque ésta resulte malquerida en los tiempos de Internet y de la banda ancha.

Lo cierto es que falta en el gran Nobel una visión desde el vientre de la polémica,como el siglo XX (con muchos rezagos del s. XIX) espera que la comunicación responda a cánones tradicionales, es decir que esta se produzca -en via escrita- con las formalidades que el buen castellano dicta y en una situación comunicativa distinta completamente a la de hoy.

Las cabinas públicas, los móviles , las laptops están repletas de jóvenes frenéticos y ávidos de hablar en contracturas gramaticales que abrevien la escritura y ganar al mismo tiempo de conversación lineal con su interlocutor. Ën el chat o en el messenger el otro "habla" y por ello se escribe tanto como se pronuncia sin mayor cuidadado por la estética y mucho menos por la sintaxis o la inflexible ortografia, creando más bien renovados códigos de comunicación cada vez más cambiantes.

Sencillamente se debe considerar como lenguaje coloquial y en esos términos tendríamos que aprecialos y sopesarlos sin escandalizarnos tanto por la forma de sus expresiones. Antes bien habría que tener en cuenta que la mejor manera de afinar un tanto los contenidos expresivos sería el despertar en los jóvenes el placer de leer , lamuestra amena de la literatura que a ellos les gusta ver reflejados en el cine por ejemplo.

Tarea dificilísima, mas no por ello, imposible.


INTERNET HA ACABADO CON LA GRAMATICA

EFE. El premio nobel peruano, Mario Vargas Llosa, cree que "los jóvenes" que acortan las palabras y vulneran las reglas gramaticales en los chats de internet o en twitter y facebook piensan "como un mono".

Vargas Llosa, en una entrevista que publica este jueves el semanario uruguayo Búsqueda, señala que "el internet ha acabado con la gramática, ha liquidado la gramática. De modo que se vive una especie de barbarie sintáctica".

El autor de "Conversación en la Catedral", de 75 años, calificó de "aterrador" el lenguaje que usan los jóvenes en internet o en los dispositivos móviles.

"Si escribes así, es que hablas así; si hablas así, es que piensas así, y si piensas así, es que piensas como un mono. Y eso me parece preocupante. Tal vez la gente sea más feliz si llega a ese estado. Quizás los monos son más felices que los seres humanos. Yo no lo sé", sentenció.

En sus reflexiones, el escritor lamentó la situación del periodismo y la cultura actuales.

Los diarios viven, según el premio nobel, un momento "difícil" y se han contagiado de las ganas que tiene la gente de "entretenerse y divertirse" cuando abre un periódico, un fenómeno del que no escapa la prensa seria inglesa ni la española.

Algo similar sucede con el arte plástico y con la literatura, según Vargas Llosa, para quien los escritores jóvenes latinoamericanos "se ríen a carcajadas" cuando "se les habla de compromiso literario" y aceptan que "la literatura es una forma de entretenimiento muy elevada".

Vargas Llosa confesó que la novela que más le ha impresionado en los últimos tiempos es "Soldados de Salamina", del español Javier Cercas, aunque admitió que en la actualidad lee "mucha más a los muertos que a los vivos".

lunes, 4 de abril de 2011

INDICADOR DE APRENDIZAJE EN LA ESCUELA



El siguiente es un artículo de la autoría de Leon Trathemberg, destacado investigador que a través de sus publicaciones en diversos diarios del país, mantiene una permanente preocupación por los temas relacionados con la educación.


El desempeño docente en el campo real de trabajo (el aula) es una variable no siempre bien considerada cuando se evalúa el desenvolvimiento de la Institucion Educativa y sobre todo , cuando se trata de identificar el exito en el cumplimiento de su primordial misión : El aprendizaje de sus alumnos.


Por ello es muy pertinente lo acotado por Leon Trathemberg,

Los Alumnos Saben (quiénes son los buenos profesores)

Normalmente cuando se evalúa el desempeño de los profesores de los colegios, lo que e hace es observar clases, analizar los resultados de los alumnos en las pruebas, pedir la opinión de coordinadores y directores, pero rara vez se hace encuestas o se les pregunta de modo abierto a los alumnos. Algo de eso se hace a nivel universitario pero no a nivel escolar. Hay un cierto temor por parte de las autoridades de que los alumnos piensen que pueden tachar a algún profesor, o también una presunción de que los alumnos no tienen criterios para evaluar a sus profesores. No faltan aquellos a los que no les importa lo que piensen los alumnos. En las antípodas están los investigadores la Fundación Bill y Melinda Gates en EE.UU. que ha financiado un proyecto de 45 millones de dólares para tal fin.


La intención es detectar nuevos modos de distinguir a los buenos profesores de los malos, en el sentido de profesores que logran que sus alumnos aprendan versus los que no lo logran. Colaboran en ello científicos sociales y más 3000 profesores y sus alumnos de las ciudades norteamericanas de Charlotte, N.C.; Dallas; Denver; Hillsborough County, Fla., incluyendo Tampa; Memphis; New York; and Pittsburgh.


Los estadígrafos han empezado a rankear a los profesores con un modelo al que denominan “valor agregado” que implica darle un puntaje a cada profesor en función de los resultados de considerar las mejoras en los aprendizajes de los alumnos de un año a otro medidos en las pruebas estandarizadas (atribuibles por tanto a ese profesor). Eso se correlaciona con las percepciones que tienen los alumnos sobre sus profesores respecto a su habilidad para mantener el orden de la clase, de focalizarse en la instrucción, y de ayudar a los alumnos a aprender de sus errores.


Es resultado preliminar del estudio es que los profesores con mejores puntajes de parte de los alumnos suelen ser los mismos profesores de los cuales los alumnos aprenden más a lo largo del año, medido por las ganancias de puntajes en las pruebas estandarizadas (bajo el concepto de valor agregado). Para llegar a estas correlaciones se pidió a miles de alumnos que llenen cuestionarios confidenciales elaborados por Ronald Ferguson de la Universidad de Harvard sobre el clima de aprendizaje en clase creado por sus profesores. Después de comparar los puntajes asignados por los alumnos con los puntajes de los valores agregados de los profesores, los investigadores han encontrado que hay una alta coincidencia.


Las clases en las que la mayoría de los alumnos están de acuerdo con al expresión “Nuestra clase se mantiene ocupada y no pierde el tiempo” tienden a estar a cargo de profesores con un alto puntaje de valor agregado. Así mismo son altamente valorados los profesores de los que se dice “En su clase, aprendemos de nuestros errores” y “Mi profesor usa diversos caminos para explicar cada tema que cubrimos en clase”.


En esencia, lo que resulta es que los alumnos que han vivido experiencias diversas con diversos profesores, saben exactamente quienes son los buenos profesores. Estos hallazgos han motivado a 20 estados en EEUU a revisar todo su sistema de evaluación y acoger este tipo de valuaciones Otro hallazgo interesante es que los profesores que constantemente ejercitan a los alumnos para prepararse para las pruebas estandarizadas tienen un menor puntaje de valor agregado que aquellos que trabajan metódicamente los temas cruciales de lectura y matemáticas.


Es decir, los profesores que enseñan para preparar a los alumnos para rendir las pruebas no solo son los menos apreciados, sino además sus alumnos obtienen resultados más bajos que sus pares. La conclusión de todo esto es que vale la pena incorporar el criterio de los alumnos a la hora de evaluar el impacto positivo que tienen en ellos los profesores.