miércoles, 24 de octubre de 2012

FORMULAS PARA MEJORAR LA ESCRITURA

Por : Marta Vásquez Reina

Si no se aprende a escribir de forma correcta, con el paso del tiempo la caligrafía se hace ilegible.

Despacito y con buena letra. Ése es el camino que hay que seguir si se quiere conseguir el principal propósito de la escritura: comunicar un mensaje. Desde los primeros trazos hasta lograr una escritura fluida y personalizada, los niños deben recorrer un largo camino en el que es fundamental el apoyo y la atención de padres y docentes.


Ni pluma ni tintero, ni lápiz ni bolígrafo. El teclado de un ordenador ha pasado a ser hoy en día el principal instrumento de escritura usado en todo el mundo, para sustituir el tradicional arte de la caligrafía por la mecanografía. Sin embargo, la enseñanza de la escritura manual es aún fundamental para un correcto desarrollo educativo de los niños.

El aprendizaje de esta habilidad se desarrolla a medida que avanza en su escolarización y atraviesa tres etapas o fases diferenciadas: una preparatoria, que se desarrolla en los dos primeros años de Educación Infantil y en la que se prepara al niño para adquirir el control grafomotor necesario para la posterior escritura; una fase caligráfica, donde la enseñanza se centra en la escritura en sí, en el aprendizaje de los distintos grafismos de las letras y su secuenciación; y una última etapa de perfeccionamiento, cuando el niño consolida el aprendizaje adquirido con anterioridad y logra personalizarlo y dotarlo de su propio estilo.

El progreso de cada niño en las dos primeras etapas depende en general del grado de madurez que haya adquirido, es decir, debe tener un adecuado nivel intelectual, haber desarrollado de forma satisfactoria el lenguaje y haber obtenido la habilidad psicomotriz apropiada. Pero no basta con "aprender a escribir". Para que un texto escrito cumpla su principal función comunicadora debe ser legible no solo por quien lo escribe, sino también por los demás. Conseguir este objetivo es cuestión de práctica.

ANTES DE EMPEZAR

Antes de empezar a utilizar los recursos mencionados, los padres deben tener en cuenta una serie de pautas que son imprescindibles para un correcto aprendizaje:

Enseñarle a sujetar bien el lápiz: el primer paso para que la escritura sea legible pasa por sujetar de forma correcta el lápiz, entre el dedo índice y pulgar y apoyado en el dedo corazón. El niño debe usar un lápiz adecuado a su edad, más grueso para los más pequeños y más fino para los mayores.
Sentarse de forma adecuada: la posición que adquiere el niño al escribir es determinante para conseguir una buena letra. Por eso, debe sentarse en una silla con respaldo donde pueda apoyar la espalda, situarse frente a la mesa con los brazos en ella y colocar el cuaderno o papel delante de la mano con la que escribe, levemente girado a la izquierda si es diestro, o a la derecha si es zurdo.
No atosigar: se debe dedicar a la actividad el tiempo justo. Los niños ya han practicado en clase y, por tanto, no se les puede atosigar con la misma tarea de forma continua en casa. Una buena manera de empezar es escribir una letra, una palabra o una frase al día, en función del nivel escolar del alumno.


CONSEJOS PARA LOS PADRES

El proceso de aprendizaje de la escritura se desarrolla en el aula escolar. Sin embargo, desde casa, los padres pueden colaborar y ayudar a que se adquiera de forma efectiva:

Práctica: practicar es la mejor manera de adquirir una buena caligrafía. En casa se puede aprovechar cualquier ocasión para que el niño escriba sin que lo considere una tarea escolar. Se le puede pedir que anote la lista de la compra, que escriba él mismo las invitaciones de cumpleaños o pequeñas notas a sus padres o hermanos cuando tenga algo importante que comunicarles.
Ser un ejemplo: los niños deben saber apreciar la importancia que la escritura tiene en la comunicación, por eso los padres deben utilizarla con frecuencia y mostrarle como ejemplo de una correcta caligrafía.

Tomado de http://www.consumer.es/educacion/


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