miércoles, 12 de agosto de 2009

QUIEN MATO A PALOMINO MOLERO?


Padres de Familia deben promover la lectura reflexiva y deliberante

Mario Vargas Llosa es un novelista brillante sin duda y la pregunta que hiciera en su obra “Conversación en la Catedral” ..¿En qué momento se jodió el Perú? No tiene respuesta todavía por no haber acuerdo ni siquiera en saber de donde vienen nuestros males.

Pero la obra que es materia de título de este párrafo (¿Quién mató a Palomino Molero?) toca la llaga de la estructura de poder y la sombra que proyecta a todo nivel, narra con la maestría de siempre cómo la "cholificación" no es un término curioso que usan atrevidamente algunos sociólogos para pavonearse de ser originales. No. Es también parte de nuestra mentalidad social integrada en el disco duro de la patria oficial.

El abuso y la prepotencia de la élite castrense representada por el coronel Mindreau muestra como es la mirada de quienes se sienten ubicados en otra escala social arrogándose el derecho de despreciar a quienes no pertenecen a ella.

Pero también Vargas Llosa desarrolla la trama que sirve para identificar el verdadero poder que tiene decisión en el Perú. El poder del dinero. Con ello la justicia no es más que un código de disposiciones estrictas para el cumplimiento de unos pocos y la sacada de vuelta de los más avezados. No solo discriminación , no solo racismo, no solo marginación, Vargas Llosa toca el meollo del asunto al desnudar las estructuras de poder que se apoderan del país con inusitado dominio y que pueden llegar a ser capaces de manejar y dirigir desde arriba a todos los peruanos.

El mérito de la obra es entonces servir de testimonio de reflexión, tal vez sea ficción la literatura pero no hay mucha distancia entre lo escrito y la realidad, es más Vargas Llosa se vale de la libertad que le provee el arte de escribir para señalar una situación que no es discutible para demostrar su verdad irrefutable.

Los docentes y padres de familia deberían estimular la lectura de novelas como esta que nos mueven a reflexionar, que provocan un concepto, que tocan las fibras mas intimas del ser para plantearnos el reto de una respuesta de una critica, de una idea que nos subleve o nos apacigüe, que nos calme o nos inquiete, que sea lágrima o risa incontenible...Eso es creo el milagro de la literatura trascendente , poner en ejercicio el espíritu y desatar nuestros fueros internos confirmando que somos personas que sentimos con pasión y no androides sin alma.

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