miércoles, 11 de noviembre de 2009

ULTIMA CARTA DE FRANCISCO BOLOGNESI


En los años aciagos de la Guerra del Pacífico muchas epopeyas y gestas de heroísmo personal y colectivo se erigieron para enorgullecer la memoria patria. Francisco Bolognesi con 64 años de edad, pudo haber elegido una rendición honorable. Sin embargo el eligió , con 1600 valientes apenas armados, enfrentarse a 5000 hombres y tres barcos. La lucha duró -por la aplastante desventaja- tan solo 40 minutos. “EL QUE MUERE, SI MUERE DONDE DEBE, VENCE Y SIRVE” dijo al respecto el prestigioso historiador Don Jorge Basadre.

En carta a su hijo Enrique fechada en Mayo de 1880 desde Arica, se despide de él avisándole que le envía 20 soles y un par de zapatos. Enrique y uno de sus hermanos morirían un año después en las trincheras de San Juan de Miraflores.

Esta carta , que pinta de cuerpo entero al héroe militar pero sobre todo al ciudadano íntegro y probo ; finaliza con una sentencia moral que debemos tener presente los peruanos de todos los tiempos y en toda circunstancia...."Nunca reclames nada, para que no se crea que mi deber tiene precio."


"... Esta será seguramente una de las últimas noticias que te lleguen de mí, porque cada día que pasa vemos que se acerca el peligro y que la amenaza de rendición o aniquilamiento por el enemigo superior a las fuerzas peruanas son latentes y determinantes.

Los días y las horas pasan y las oímos como golpes de campana trágica que se esparcen sobre éste peñasco de la ciudadela militar engrandecida por un puñado de patriotas que tienen su plazo contado y su decisión de pelear sin desmayo en el combate para no defraudar al Perú.

¿Que será de ti amada esposa?. Tu que me acompañaste con amor y santidad. ¿Que será de nuestros hijos, que no podré ver ni sentir en el hogar común? Dios va a decidir éste drama en el que: los políticos que fugaron y los que asaltaron el poder tienen la misma responsabilidad. Unos y otros han dictado con su incapacidad la sentencia que nos aplicará el enemigo.

Nunca reclames nada, para que no se crea que mi deber tiene precio...”



“VIVIÓ SIN MANCHARSE NI CON EL LODO DE LAS GUERRAS CIVILES, NI CON LA LOCURA DE LAS RIQUEZAS DILAPIDADAS” (BASADRE)

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