Algo ha cambiado en los últimos tiempos. Ya no se habla que el amor patriota está solamente en las expresiones de corte castrense sino también en la labor que cada ciudadano haga por colocar a su país en la senda de las sociedades practicantes de los usos y costumbres democráticos, de los valores cívicos, del espíritu abierto a la tolerancia y al diálogo, de la participacón consciente y reflexiva en el gobierno de su país y sobre todo en la celosa vigilancia que se haga del funcionamiento del Estado en todas sus formas como una manera de evitar la corrupción y el incumplimiento del deber de los funcionarios y servidores del Estado.
Terribles experiencias en el pasado reciente nos han demostrado que los ciudadanos tenemos el deber sagrado de intervenir en los asuntos sociales, que el verdadero amor a la Patria está en levantar la voz cuando haya necesidad de alzarla para preservar su integridad moral , así como alzaríamos las armas para defender su territorio de cualquier amenaza externa.
Somos una nación que tras 187 años de Independencia declarada aún no logra soltarse los grilletes que oprimen su desarrollo integral, adolecemos de una visión conjunta y de un deseo de cumplirla colectivamente, nos separan por un lado los egoísmos y las mezquindades, los episodios y los capítulos de ambición,el sectarismo, las disputas por el poder que otorgue prebendas ,por otro lado abundan los necios que se pretenden superiores por ser inmutables en su terquedad y por no darse cuenta que así son muy semejantes a lo dicho por Nietzche: "Solo Dios y los imbéciles no cambian".
Nos gobierna el burócrata insensible que armado de un sello suele colocarnos a merced de su ánimo para aprobarnos o rechazarnos una solicitud , para desechar nuestro derecho o para pedirnos que nos demos una vueltecita que se convierte en giros de trompo por la cantidad de veces que debemos regresar. Y nos representan muchas veces, autoridades que nos buscan antes de ser elegidos y nos desdeñan cuando ya lo son.
País de dolor y rabia pero también de esperanza y de trabajo, no merecemos el chorreo de nadie porque nuestros antepasados forjaron esta Patria con labor que aún ahora es admirada, y explotada por quienes nos quieren dar aquello que rebalsa de sus copas llenas a costa de nuestro suelo y de nuestro trabajo.
Por ello en materia de Educación, y siendo este aspecto crucial en el desarrollo de la nación , los Padres de Familia tienen el deber de colaborar y exigir al Estado que se cumplan las muchas disposiciones emanadas del Ministerio de Educación, para lograr que el servicio educativo que se presta en la Instituciones Públicas sea de calidad, que se garantice la formación ciudadana de alumnos con verdadero espíritu patriótico desterrando la mediocridad, la baja exigencia académica, la rigidez de los conocimientos que impiden la investigación y el descubrimiento.
Las Madres y los Padres de alumnos y alumnas deben asumir la tarea de fortalecer su participación en ese contexto, por que de su opinión y de su celo se enriquecerá la gestión en la Escuela. Nadie puede estar más interesado en ello pues en ello se juegan el destino y futuro de sus hijos y de quienes vivirán con él, es decir el futuro de la sociedad en su conjunto.
No haremos Patria ni tendremos nada que festejar si seguimos ocupando vergonzosos puestos en evaluaciones educativas internacionales, no seremos merecedores de ser compatriotas de Grau y Bolognesi si dejamos que nos invadan los temores y la debilidad de carácter para enfrentar los retos que nos impone el mundo global, no podremos sentirnos orgullosos de Vallejo, de Arguedas ni declararnos seguidores de Haya de la Torre o de Jose Carlos Mariátegui , o admiradores del pensamiento de Don Jorge Basadre y Raul Porras Barrenechea, si es que no participamos en la construcción de una Nueva Escuela . Ahí está el reto , la gran tarea de hoy para divisar el futuro con expectativa y sin temores.
Una Nueva Escuela es tan necesaria como todas las transformaciones que se quieren llevar en ella desde afuera. El cambio institucional debe ser la base para poner en práctica cualquier buen proyecto o deseo de dar una educacion pública de calidad .
Son sus actores, sus integrantes, sus maestros, sus trabajadores,sus alumnos, sus madres y padres de familia, su propia comunidad, los que tienen que refundar la Institucion Educativa , mirándose a sí mismos, mirándose recíprocamente con ojos libres de recelo, con franqueza que sirva para reconocer limitaciones y declarar aspiraciones más altas que la rutina del camino aprendido.
Que hermoso homenaje a la patria sería el de dedicarle nuestro mejor esfuerzo para convertir cada una de nuestras Instituciones Educativas Públicas en ejes de cambio para la comunidad, recuperando el liderazgo antaño ostentado. Que mejor saludo al Perú declarando en cada Escuela la liberación del conformismo arrancando para siempre las ataduras mentales que nos limitan el progreso social.
Una nueva Escuela para un nuevo Perú.
Un nuevo Perú construido desde abajo,
Con todos y para todos.
El siguiente es un video del bellísimo Poema "Viva el Perú Carajo" de Don Jorge "Cumpa" Donayre, Periodista de gran nota ya desaparecido que dedicara estos versos al Perú magistralmente declamados por el destacado Actor Don Luis Alvarez con el acompañamiento del Maestro Oscar Avilés Arcos, Primera Guitarra del Perú.
Haz click aqui para ver letra de "Viva el Perú Carajo"
Y aquí el video del mismo (I Parte)
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