Pues ya despertó ese gigante y se encontró que durante el sueño había crecido aún más. Ahora son 1,300 millones de habitantes dispuestos a dominar el mundo porque están preparados.
Lo anterior es un extracto del ensayo “Pero...tiene el Perú salvación” cuyo autor es el historiador ayacuchano Herbert Morote quien con mucha sinceridad y lenguaje claro analiza las condiciones reales en las que el Perú (vale decir los peruanos) se integran a la vorágine globalizadora.
Dentro de este análisis, el autor desarrolla un tema que guarda relación con el impresionante desarrollo económico de China y su aparición deslumbrante en el escenario mundial.
Titula este capítulo “La Amenaza China” mediante el cual –creemos- nos quiere demostrar la presencia del gigante frente a nuestra incipiente economía, condición que presagiaría una inequitativa relación comercial futura. Veamos.
China despierta y hace temblar al mundo
Permítanme un testimonio personal: en 1980 visité China con mi esposa; Mao había fallecido y el nuevo líder Deng Xiaoping acababa de declarar “enriquecerse es bueno”.
Por supuesto que la China de ese tiempo era totalmente diferente a la actual, hombres y mujeres se vestían con esas chaquetas Mao abotonadas hasta el cuello y pantalones holgados poco favorecedores.
Además de visitar las imperecederas atracciones turísticas, nuestro guía nos llevó a ver fábricas limpias y ordenadas, aunque no escapaba a mi observación que su obsoleta tecnología era evidentemente improductiva. También visitamos colegios en los que se percibía una ostentación de disciplina escalofriante.
Pero lo que más recuerdo de aquel viaje fue la frase de despedida del joven Li, nuestro paciente guía, que ganaba en ese tiempo 30 dólares al mes, y que pobre como estaba no aceptó una adecuada propina ni mi reloj Seiko, sino que mirándonos serenamente, sin el menor aire de amenaza ni arrogancia, nos dijo con la seguridad de aquel que está comprobando un hecho ya dado, tal como anoté en mi diario de viajes: “disculpen por habernos encontrado tan atrasados y pobres, pero no tengo la menor duda de que ustedes serán testigos de que China será en pocos años el país más poderoso del mundo. No sé por qué, pero un estremecimiento recorrió mi espalda”.
Lo único que hizo el joven guía fue poner en palabras la actitud que habían tenido todos nuestros interlocutores; los chinos de 1980 estaban seguros de que se modernizarían, que competirían de tú a tú con los países más poderosos del mundo, que triunfarían.
Cuando tuve la oportunidad de hablar con otros visitantes de la misma época comprobé que todos regresaron con la misma sensación: los chinos estaban convencidos de su inminente progreso.
Veamos algunos logros de la economía china. Por favor no los lean como lista de teléfonos, les ruego que sopesen la importancia de cada punto, gracias:
- El crecimiento del PIB de China es el mayor y más constante del mundo; hace décadas que está cercano al 10% por año. Es decir que crece tres o cuatro veces más rápido que EE UU o la Unión Europea o Japón.
- Dentro de una década, sino antes, China será la segunda economía del mundo
después de EE UU. Actualmente es la cuarta después de EE UU, Japón y Alemania, superando ya a Francia y el Reino Unido. - Hoy por hoy China es también el cuarto país exportador del mundo, pronto estará a la cabeza.
- En 2004 China produjo* el 85% de los tractores del mundo, el 75% de todos los juguetes y 75% de los relojes, 70% de los encendedores, 60% de la penicilina, 55% de las cámaras fotográficas, 50% de la vitamina C, 50% de las computadoras portátiles, 30% de los televisores, 30% de las lavadoras y de los aparatos de aire acondicionado, 20% de los teléfonos móviles (celulares). China produce todo, desde árboles de Navidad, hasta DVD y computadoras, productos farmacéuticos, químicos, fibras sintéticas, además de artículos de lujo.
Pronto producirán automóviles para exportar y hasta vinos, además de trufas, por ejemplo. Es decir, China produce todo o está dispuesta a hacerlo. - China está a punto de obtener el 50% del mercado mundial textil y trabaja febrilmente para conseguirlo (la Cámara de Comercio Textil de China dice que ha invertido 25 mil millones de dólares en modernizar su maquinaria).
La India producirá cerca del 30%, quedando el 20% restante para repartirse entre los otros países del mundo. Por favor tomen nota de esta cifra: sólo en la ciudad de Datang, China, se producen 9 mil millones de pares de calcetines al año* . ¿Se imagina usted nueve mil millones de pares de calcetines o de cualquier otra cosa? Por el momento “solamente” trabajan 20 millones de chinos en el ramo textil, muchos millones más están listos a enrolarse. - China es el mayor exportador de muebles del mundo. El año 2004 exportó nueve mil millones de dólares, equivalentes a más de un millón y medio de piezas. Y esto fue sólo el 40% de su producción, el resto lo vendió dentro de su país. Sólo en muebles se calcula que trabajan cinco millones de chinos.
- La empresa Wall Mart compró a China productos varios por un total de 18 mil millones de dólares el año 2004.
Veamos algunos ejemplos de cómo este crecimiento ha afectado a la población china. Disculpen en que insista en recomendarles leer lentamente estos datos:
- En los últimos 20 años han salido de la pobreza 200 millones de chinos. Muy pronto su clase media será mayor en número que las clases medias combinadas de la Unión Europea y EE UU.
- Hong Kong ha implantado 53,000 empresas en el delta del Río Perla, cerca de Guangzhou (Cantón), donde viven 80 millones de personas que producen una tercera parte del comercio de China continental. Sólo en la región de Dongguan hay más de 14,000 fábricas de productos informáticos, una sola de ellas, KYE Systems, produjo 30 millones de ratones (mouses) para computadoras, aparte de teclados, cámaras web y cables periféricos.
Se puede llenar un libro del tamaño de una guía de teléfonos con los nombres de empresas que han trasladado ya su producción a China, pero como muestra veamos rápidamente algunas de ellas:
• IBM, General Motors, Ford, Mercedes Benz, Microsoft, Bell, Intel, Motorola, Honda, Siemens. Dior, Armani, Gucci, Bvlgari, Bottega, Veneta, Louis Vuitton, Hugo Boss. IKEA, Coca Cola, Pepsi Cola, Sony, Samsung, Kodak, Nike, New Balance.
Antes de pasar a otro asunto estoy obligado a contar que regresamos a China a fines del 2005, después de 25 años. Encontré otro país: Shangai tiene 11,000 rascacielos, Peking ha construido siete anillos de circulación para dar cabida a los autos que han reemplazado las bicicletas, la gente ya no escupe en la calle, todo está muy limpio.
Para no extenderme más quizá un ejemplo realzará el cambio: pude contactar con nuestro antiguo guía, el joven Li. El ahora señor empresario Li tiene su propia empresa de turismo con decenas de empleados que no dan abasto pero no recibiendo turistas, sino llevando a sus compatriotas chinos de vacaciones a Europa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario