Foto PROMOLIBRO
Ustedes, como padres y madres de familia, son los principales responsables de la educación de sus hijos. En coordinación con el profesor y en su casa, ustedes pueden contribuir a la mejora de los aprendizajes de su hijo o hija. Para ello, les presentamos algunas recomendaciones.
EN LA ESCUELA:
• Conversen con el profesor sobre los resultados que obtuvo su hijo o hija y busquen juntos actividades que pueden realizar en casa para mejorar estos resultados.
• Reúnanse con los demás padres y madres de familia del aula para analizar los resultados obtenidos por la escuela. Tomen acuerdos y asuman compromisos para apoyar el trabajo del profesor en el aula, por ejemplo, elaborar materiales concretos para el trabajo de sus hijos e hijas en la escuela, organizar la biblioteca del aula, etc.
• Pregunten en la escuela sobre lo que su hijo o hija aprende y sobre lo qué va a aprender.
· Pregunten cuáles son las dificultades que tiene. Recuerden que las notas no nos dicen todo lo que su hijo o hija sabe ni lo que puede aprender.
• Asegúrense de que en la escuela se cumplan las horas de clase asignadas a cada área. Del mismo modo, en el caso de las escuelas estatales, verifiquen el uso de los materiales entregados por el Ministerio de Educación.
• Si no tienen libros en su casa, pueden organizarse con los demás padres y madres de familia para conseguirlos. Por ejemplo, pueden intercambiar los libros entre estudiantes. Que no los limite el hecho de no tener dinero para conseguir libros para su hijo o hija.
• Permitan que su hijo se relacione con sus compañeros y compañeras en juegos que desarrollen el respeto a las reglas y a las ideas de los demás. Esto lo ayudará a desarrollar habilidades para argumentar, resolver problemas en forma creativa y comunicarse de manera más eficiente.
EN LA CASA:
• Léanle a su hijo desde pequeño, aunque no conozca el alfabeto o las letras. Si ustedes tienen dificultades para leer pidan a un hermano mayor, un tío o un pariente que lo haga. Si su hijo o hija tiene permanente contacto con material escrito le será más fácil comprender la utilidad de la lectura para su vida diaria.
• Cuéntenle a su hijo o hija historias, tradiciones, leyendas, cuentos populares, creencias, y conversen sobre lo que ustedes contaron. Hagan con ellos otras actividades a partir de la lectura:jueguen tomando como ejemplo un cuento, imaginen que son los personajes de la historia; dibujen a partir de lo leído; jueguen con títeres; etc. Esto les permitirá conversar con su hijo o hija acerca del texto y saber si comprendieron lo que leyeron.
• Pidan a su hijo que lea en voz alta, escúchenlo y hagan pausas para conversar y preguntarle sobre lo leído. Recuerden que leer de manera fluida y con adecuada entonación no quiere decir necesariamente que se ha comprendido lo leído.
• Compartan con su hijo espacios de lectura en familia, que él vea que ustedes leen y que eso les es útil. Si su hijo los ve leer, es probable que él también se sienta motivado a hacerlo.
• Lean diversos tipos de texto, no solamente cuentos. Pueden leer una noticia del periódico, una receta, carteles publicitarios, etc. Es importante que su hijo o hija se acerque a diferentes tipos de texto. Recuerde que estos serán los textos con los que se encontrará su hijo en la vida real, y que por ello debe saber para qué sirven y cómo leerlos.
• Vayan junto con su hijo a la biblioteca comunal, municipal, de la escuela o algún lugar que tenga libros. Dejen que su hijo escoja libremente los libros que le interese.
• Lleven a su hijo a comprar. Háganle estimar el monto total y luego verifi quen esta cantidad con el gasto real. También pueden simular estas situaciones en el hogar.
• Analicen con su hijo lo que se ha gastado en una boleta, factura, lista del mercado o el pago de los recibos de agua, luz, etc.
• Hagan que su hijo estime el tiempo que toman determinadas tareas cotidianas, como el camino a la escuela, alistarse para ir a clases, bañarse, etc. Luego tomen el tiempo real y analicen juntos las diferencias encontradas. Esto sirve para que su hijo o hija desarrolle la capacidad de estimar sin necesidad de realizar cálculos u operaciones.
• Lean con su hijo el calendario del mes y háganle preguntas como: ¿qué día caerá tal fecha?,¿cuántos días faltan para una determinada fecha?, ¿hace cuántos días ocurrió un determinado evento?
• Jueguen con su hijo o hija juegos simples (michi, cuatro en raya) y utilicen tablas para registrar los puntajes.
• Hagan que su hijo estime cuánto miden diversos objetos, que distinga cuándo es necesario estimar y cuándo es necesario conocer la cantidad exacta.
• Tengan en casa un conjunto de materiales que desarrolle el pensamiento matemático de su hijo, tales como tangram, rompecabezas, bloques lógicos, cubos. También pueden usar semillas, piedritas, etc.
• Hagan actividades de doblado de papel (origami) y traten de usar con su hijo los términos matemáticos que utiliza en la escuela (cuadrado, triángulo, lado, etc.).
• Si su hijo quiere comprar algo, díganle que averigüe los precios en las tiendas o en la feria de los domingos, que compare los precios, que establezca las ventajas o desventajas de comprarlo en un lugar o en otro y que tome decisiones.
• Hagan que su hijo compare su edad con las edades de otros miembros de la familia. Pídanle que use términos como más que, tantos como, igual que, menos que.
No hay comentarios:
Publicar un comentario