lunes, 29 de diciembre de 2008

JORNADA LABORAL EN CHINA


Imposible competir con la fuerza laboral china

(Fragmento de ensayo perteneciente a Herbert Morote)

No crean en esas historias que dicen que los trabajadores chinos trabajan hacinados en cuartos con poca ventilación, sudando, en un ambiente de penumbra y contaminación.

Es posible que muchos de esos tugurios existan todavía, pero la manufactura de productos con licencias, franquicias o de capital mixto extranjero, se realizan en áreas modernas, con buena ventilación y luz, que pueden pasar las más estrictas inspecciones técnicas que se realizan en países desarrollados.

La gran diferencia entre ellas y las plantas de EE UU, por ejemplo, radica en la increíble disciplina y las interminables jornadas de trabajo de los chinos.

En una fábrica típica de exportación no pirata se puede constatar que el “trabajador no especializado” - generalmente una mujer joven venida del campo- trabaja normalmente 12 horas al día, salvo cuando hay pedidos urgentes en los que la jornada se extiende a 16 horas o más.

El obrero tiene media hora para comer y no debe tardar más de 5 minutos en ir al baño. Descansa un día al mes y una semana al año. Es decir, un chino, más bien una china, trabaja 346 días al año, que multiplicados por 12 horas hacen 4,152 horas. (Al no tener fuentes fiables no he considerado las horas de aquellos trabajadores chinos que emplea la economía sumergida).

Un trabajador peruano trabaja (trabaja si tiene suerte) 48 horas a la semana, y si somos optimistas unas 48 semanas al año, deduciendo vacaciones y fiestas religiosas o cívicas de dudoso prestigio. Esto hace que el sufrido peruano trabaje 2,304 horas al año. En este caso tampoco he tomado en cuenta lo que trabaja un peruano en empresas
informales.

En el cuadro de abajo veamos algunas comparaciones entre varios países de un trabajador no especializado, es decir de aquel que puede ensamblar una pieza Electrónica o coser una camisa. El sueldo del trabajador no incluye ninguna carga social por seguros médicos, jubilación, ni impuestos, representa solamente el sueldo que el trabajador lleva a casa. Si se incluyeran estos costos adicionales las diferencias serían aún mucho mayores. Advierto al puntilloso contador que son cifras aproximadas cuya intención es dar un orden de magnitud.


Como se ve el trabajador peruano (aquel que gana el sueldo mínimo oficial) gana casi el doble que un obrero bien pagado en China, y trabaja la mitad de las horas. El peruano no puede ganar menos; con lo que ahora recibe se muere de hambre, sin contar que de su sueldo tiene que pagar transporte, casa y comida.

No, con esos sueldos y esas condiciones de trabajo es imposible que un peruano pueda competir con un chino. Menos lo puede hacer un español cuyo costo por hora es 21 veces más. Sería ocioso comparar lo que gana un chino frente a un alemán o un estadounidense. Y, repito, aquí no se incluyen los costos adicionales de seguros sociales que en los países occidentales pueden representar entre el 25% y el 50% de lo que se paga al trabajador.

Para obtener un panorama aproximado de la situación laboral en China, habría que añadir que los castigos económicos son algo habitual. Al operario se le multa ya sea si habla mientras trabaja o si se demora más de cinco minutos en el baño. Es habitual que una cámara vigile todos los movimientos de los trabajadores, tal como lo relata el periodista José Reinoso del diario El País* de España.

En esta China comunista, como sucedió en su tiempo en la Unión Soviética, nadie sabe lo que son sindicatos. Hace unos meses, cuenta José Reinoso, hubo una protesta de los trabajadores de una fábrica de zapatos Clark y Timberland, pues bien, todos los cabecillas de la revuelta fueron encarcelados por “subvertir el orden público”. Está por demás decir que los revoltosos desaparecieron posteriormente y que todo se olvidó en un instante.

Durante nuestra visita a China, ya a comienzos del año 2006, leí en China Daily que muchos empresarios comenzaron a adeudar salarios a los obreros con el fin de retenerlos en su trabajo y evitar que saliesen a tomar la semana anual de vacaciones con motivo su Año Nuevo, en este caso el Año del Perro. En otra noticia perdida leí que muchas empresas hacían firmar a sus obreros un contrato por el cual deslindaban de cualquier responsabilidad a la empresa por accidentes ocurridos en el trabajo.

¿Es atractivo para un chino trabajar en las fábricas en estas condiciones? Pues sí que lo es, y mucho. Todavía hay cientos de millones de chinos que trabajan en el campo en peores condiciones, es por eso que los jóvenes campesinos buscan desesperadamente ir a las ciudades a trabajar en las nuevas industrias, para ellos trabajar en un régimen de semi-esclavitud es una liberación y un progreso.

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