domingo, 22 de marzo de 2009

ANTI RESPONSABILIDAD SOCIAL

En la columna punto de vista del diario El Comercio (21 de Marzo) hemos leído con gran inquietud a Gustavo Rodríguez lo siguiente : “ ¿Debe una (empresa) minera construir y regalar un colegio en una zona olvidada del Estado? En esto mi opinión es como de los economistas más liberales : no. Las mineras nacieron para explorar y sacar a la luz las riquezas que la tierra esconde. Regalar una escuela sería seguir apañando a un Estado ineficiente, y convertiría a la minera en un Estado paralelo, lo cual entraña una responsabilidad muy distinta a la que motivó la creación de la empresa.”

Desde luego es un párrafo de una breve disquisición que se esboza acerca del perfil de la empresa, que a su entender debe tener como único fin es generar riqueza obteniendo ganancias y beneficios para sus dueños. El objeto social –dice el columnista- no contempla la palabra comunidad, colectividad ni mucho menos la responsabilidad social, por ello resulta injusto pedirle ocuparse de estos temas.

Discrepamos abiertamente con esta falacia bajo la cual se pretende elevar al altar más elevado el concepto del lucro por encima del principio de solidaridad que debe caracterizar a los seres humanos aun cuando se hayan convertidos en dueños de capital . En nuestro país muchas de las empresas han despertado al concepto de responsabilidad social compartiendo a través de sus trabajadores labores de mejoras físicas en las viviendas y el entorno de las localidades donde funcionan. Otras han optado por financiar directamente la mejora de infraestructura básica en centros médicos y escuelas.

De ahí el desgarro de esta ultraliberal proclama, afirmando que las mineras por ejemplo no deben construir escuelas en las poblados y comunidades de donde extraen el mineral que les da ganancias porque ello no forma parte de su finalidad comercial ni tampoco debe hacerlo pues eso corresponde al Estado ineficiente.
Nada más inexacto y tendencioso, quienes obtienen riqueza con recursos no renovables extraídos del suelo que por siglos ha pertenecido de hecho a los pueblos circundantes, tienen no solo la responsabilidad sino la obligación de preparar a sus futuros pobladores para vivir en mejores condiciones cuando la extracción se termine. La educación es una vía al progreso y acceso a mejores condiciones de vida, no es una dádiva generosa del capital, es una reparación reivindicatoria y mínima en consideración a la ingente riqueza que usufructúan las mineras.

Por consiguiente “regalar una escuela” no es un tema de apañar la ineficiencia del Estado , estamos absolutamente seguros que a estos ultra liberales les conviene la falta de decisión política en el cobro de regalías a las grandes corporaciones mineras así que la inoperancia del Estado es también una ganancia para ellos. Como también es un buen negocio mantener las conciencias adormecidas o en estado de ignorancia de modo tal que sean incapaces de exigir sus elementales derechos ciudadanos .Si bien la responsabilidad de la educación no corresponde a la empresa, construir una escuela es apenas una ínfima parte de lo que deberían aportar por los pedazos de suelo patrio que se llevan.

Para el bienestar de la nación no se requieren escuelas regaladas , es decir inauguradas para la foto y luego olvidadas. Se precisa darle vida permanente más de allá de sus paredes y carpetas sosteniendo el capital humano . En los 30 o 40 años de vida media de una mina pueden formarse las generaciones que hagan el cambio. El dinero no solo debe servir para ser rico , debe valorarse aún más dando bienestar a quienes trabajan por él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario